Por L.P Araceli Celaya
Eran los años principios de los 90´s, la adrenalina de su servidora a todo lo que daba, a mi hermana y a mi nos gustaba la velocidad, no teníamos carro nuevo, pero si un flamante LTD automático, que gracias a su transmisión de primera, alcanzaba fuertes velocidades en poco tiempo, que mezclado con la inmadurez de nuestra edad, era en verdad emocionante ir a jugar arrancones a la “Juan Chait”…
Hoy, han pasado casi veinte años, y la noche de este Domingo, me estremecí al ver una escena que en muchas ocasiones nos la decía mi madre, cuando salíamos a dar la “vuelta” nos daba su bendición, pero anunciaba una vez más que nada de bebidas embriagantes ni andar a fuerza de carrera, la verdad, es que eso lo olvidábamos en cuanto encendía nuestro carro y tomábamos rumbo a esta “tradicional” carretera donde espontáneamente una a una se iban dando las “carreras”, nomás por el placer de imprimir velocidad a los vehículos…
Por algunos minutos me quede en silencio recordando aquellos tiempos, pero de pronto los gritos de dolor de un joven me hicieron que reaccionara a una realidad ajena, cuando entre gritos de desesperación se preguntaba, que le iba a responder a su madre cuando le preguntará por su hermano; hoy se perdió una vida de un joven, dos décadas vivió intensamente, sus amigos y familiares fueron testigos de sus gustos y su afición, sólo que las autoridades otra vez volvieron a fallar, no ofrecen desde hace muchos años, espacios para que los jóvenes encuentren diversiones sanas.
Hoy, lo más sano con lo que cuenta Caborca es quizás el salir cada fin de semana a dar la “vuelta” sobre las mismas calles y con la misma bebida, toneladas de Cerveza, Cocaína y tabaco, son adquiridas por hombres y mujeres en diversos puntos de la ciudad, el resultado volcamientos en pleno centro, choques por exceso de velocidad y muertes por buscar adrenalina donde no hay…
Y me pregunto: ¿Mi familia que tendrá que vivir por encontrar la diversión?, Yo se que es precisamente en este núcleo donde inicia la educación que tendrá ante los demás miembros de esta sociedad, pero vuelvo a preguntar ¿También ellos están condenados a no encontrar espacios de diversión sanos?, y tendrán que continuar con la cerveza en la mano izquierda y con el volante en la derecha.
Muchos son los que hoy, lamentamos esa muerte, muchos son los familiares que la lloran hoy, pero como siempre mi estimado lector, responsables somos todos nosotros de nuestras propias vidas y hoy, hay luto en otro hogar de nuestro Caborca…Por hoy es todo nos leemos mañana…