27 sept 2009

Las Pandillas en Caborca

Por Araceli Celaya El problema de las pandillas en Caborca, sin dudarlo un solo momento han llegado a su máxima expresión de la violencia y el terror entre las familias que viven, principalmente en el perímetro urbano de nuestra ciudad, es decir en las zonas donde la edad promedio de los jóvenes se encuentra entre la primera y la segunda década, quiénes hoy encuentran en la organización de grupos, el refugio a sus necesidades. El origen de estos grupos de jóvenes de que va de los 10 hasta los 25 años de edad, pocos saben a ciencia cierta cuando se da, pero si se logra entender que en nuestra ciudad, se compone por hombres y mujeres que viven, principalmente en las colonia Santa Cecilia, Burócratas, El Ventarrón y la Huerta, colonias que han sido señaladas desde hace años como puntos rojos en el dichoso manual de seguridad que analizan y vuelven a analizar cada tercer mes, los mentados miembros del Comité de Seguridad Municipal. Y lo que hoy sucedió, donde un joven que fue atacado por otros tres jóvenes a balazos, y desgraciadamente muere en un hospital de la ciudad de Hermosillo, horas después de ser herido, es sólo un grito desesperado de una parte de nuestra sociedad que ha encontrado en una forma de llamar la atención de los demás, familia, autoridades municipales y grupos ideológicos, quienes hoy vemos con asombro las muestras de violencia y la facilidad en que se consigue un arma en Caborca. Estas pandillas plenamente identificadas como los Wonder, los Apaches, los Locos Barrios y tantos otros más grupos que nos dicen a nosotros los caborquenses: ¡Hey aquí estamos!, crecieron sin duda al no obtener respuestas y ante el disimulo de las autoridades a quienes les ha resultado más fácil, recibir los cien o los veinte dólares que les dan, por hacer como que actúan cuando son denunciados por los vecinos, después de que les piden que intervengan porque fuman marihuana enfrente de sus hijos o porque molestaron a alguna de sus hijas. Pero que decir de los robos que son secundados, por estos grupos de jóvenes que por ejemplo en el caso de la Pandilla de los “Apaches” se contabiliza en más de cincuenta adolescentes entre hombres y mujeres, quienes en su mayoría vienen de hogares disfuncionales, caracterizados por padres de familia dedicados al tráfico de droga mejor conocidos como “burreros” o por madres que tienen que salir a diario a buscar el sustento familiar y sus hijos, pasan largas horas sin la supervisión de sus progenitores, y en su ruda tarea de salir adelante ya desertaron de la escuela y encuentran el refugio de sus necesidades, entre jóvenes con las misas características y sobre todo con las mismas necesidades, de sentirse importantes, y esa importancia la obtienen en el delinquir… Responsables, de que el pandillerismo en Caborca haya crecido muchos, empezando por los propios padres de familia y terminando con las autoridades municipales, que no han sabido prever esta situación, al no ofrecer áreas recreativas en estas zonas, donde los jóvenes tengan la oportunidad de ejercitarse, de prepararse con alguna técnica que los afronte rápido a un área laboral, por no tener nadie, y reitero nadie, el interés en las nuevas generaciones de Caborquenses quiénes hoy ya portan como juguetes armas de grueso calibre y donde como dice la canción de José Alfredo, “La vida no vale nada”… Peor como siempre nada esta perdido siempre hay algo que hacer y sin duda este será un reto mayor, para las autoridades quiénes hoy tendrán que poner a trabajar el cerebro por primera vez, para dar una solución a este problema social, llamado Pandillerismo en Caborca…Por hoy es todo, nos leemos mañana…